4/10/15

ILUSIÓN

Final. La RAE define esta palabra como ''que remata, cierra o perfecciona algo''. Evidentemente, la palabra final tiene otros significados. Pero a mí, en particular, me gusta ese que he puesto. Me voy a quedar con eso de perfeccionar algo. El blog La Red-Acción ha llegado a su final, aunque este lleva presente ya unos cuantos meses. En su inicio, el blog para nosotros, sus colaboradores, era un campo de batalla en el que experimentar, probar cosas nuevas y, sobre todo, escribir. Con esto último, con lo de escribir, creo que no me equivoco, pues todos y cada uno de los redactores de La Red-Acción hemos liberado de nuestro interior esa forma tan pura de expresar las ideas. Ninguno de nosotros, creo, nos pudimos imaginar cuando empezamos con La Red-Acción que iba a tener tanta repercusión. Más de 29.000 visitas avalan nuestro recorrido. Y no es por tirar méritos a mi tejado, o a nuestro tejado. Es, simplemente, porque el hecho está ahí, y también lo estuvo el trabajo. Pusimos ilusión en un proyecto, y nos salió bien. Hemos podido hacer cosas mejores, peores o, incluso, no hacerlas. Pero creo que cada una de las personas que durante ocho meses han dejado su huella en La Red-Acción, ha puesto todo lo que tenía dentro de su alma para volcarse en este proyecto. Lo importante no es haber opinado, no es haber dicho esto o lo otro, no es haber mezclado ficción con realidad, no es haber escrito poesía, no es haber hablado de política o criticado ciertas cosas que nos parecían mal. Lo realmente importante es que la gente que formaba parte de La Red-Acción se ilusionó con ello, y creo que no hay nada más importante para seguir mejorando que la ilusión.
No quiero alargarme mucho más. Este pequeño artículo va dedicado a La Red-Acción, a lo que ha supuesto para mí durante la etapa más complicada -pero más importante- de mi vida. Esto va dedicado a todos los compañeros del blog, muchos de los cuales considero ahora amigos -y lo son-. No sé qué opinión tendrán ellos de lo que hemos hecho durante ocho meses, pero quiero creer que, para ellos, La Red-Acción también ha sido algo más en su vida, y que les ha aportado crecimiento, bien como personas bien como escritores. Y quiero agradecer especialmente a David Varela Naranjo la idea que tuvo. Sin ti La Red-Acción no se hubiera iniciado. Sin tu ilusión, sin tus ganas, sin esa forma tan tuya de creer en el periodismo, el blog no hubiera seguido la corta pero buena trayectoria que tuvo. Gracias a todos.
Creo que todo lo escrito en La Red-Acción tiene que perdurar en el tiempo, quedarse ahí. En un futuro, eso nos ayudará a ver cómo hemos avanzado, cómo hemos mejorado. No debemos arrepentirnos de nada de lo que hemos hecho en estos meses, porque lo hemos hecho con cabeza, pensando las cosas. Y lo más importante: lo hemos hecho con ilusión. Para mí, La Red-Acción siempre será mi casa, el hogar donde aprendí a formarme aún más, donde me dieron palos y donde di, donde seguí creciendo como periodista, escritor o blogger de mierda, como dijeron algunos. Lo que cuenta es mejorar y hacer las cosas con ilusión. Eso que no nos lo quite nadie.

Esta entrada no habla de un final, porque La Red-Acción seguirá ahí, presente, de una forma u otra. Esta entrada habla de la ilusión. Y ahora llega Alex Serrano, cargado de ilusión, de ganas de hacer cosas. Y eso hay que aplaudirlo. Empieza The Newsblog. El final solo es el principio de nuevas cosas. Gracias a todos los lectores de La Red-Acción por todo. Os invito a entrar en The Newsblog. No encontraréis a los periodistas o escritores más objetivos o más buenos. Pero encontraréis a chicos con ilusión. Y eso, en los tiempos que corren, no está nada mal, ¿no creen?

14/8/15

El mito

-Son tiempos oscuros, no te lo voy a negar – Suspiró, limpiándose las manos de fango con la túnica.

-¿Pero qué vamos a hacer? No podemos ocultarnos eternamente en esta cloaca que llamamos refugio.

Zadne miraba con intensidad a Habd, esperando que tras su súplica, tuviese una idea prodigiosa que les salvase de nuevo. Habd detuvo su limpieza y le devolvió la mirada. Estaba cansado, hambriento y molesto.

-Yo también quiero salir de esta, pero no se trata de una simple encerrona de bandidos – Apoyó la espalda en el frío muro de piedra, cruzándose de brazos. - Recuerda que ahora es la Orden quien quiere nuestro cuello y jugársela no va a ser fácil. Tienen ojos por todas partes...

Habd se percató de la expresión de decepción que traspasaba el rostro de su pareja.

-Bueno, no te preocupes – La consoló, agachándose y ocultándole un brillante mechón de cabello bajo la capucha. Repasó su barbilla, levantándole la cabeza. - Encontraremos un modo, lo prometo.

Zadne colocó su mano enfundada en un guante sobre la de Habd y le sonrió.
Habd se sobresaltó con un aullido grave que retumbó entre las paredes. A tientas, se apartó y pateó algo blando. “Aquello” emitió un pequeño quejido. De la patada, fue a estrellarse contra el muro.

-Condenadas ratas... - Murmuró con enfado Habd. Recogió el animal muerto y sopesó un instante.

-No estarás pensando lo que creo que estás pensando, ¿verdad?

-¿Y qué otro remedio nos queda? O nos alimentamos nosotros o ellas lo harán con nuestro desnutrido cadáver. Te lo aseguro.

-Y... ¿Y la cantidad de enfermedades que podemos contraer?

-A mí ya me ha mordido. Así que al menos moriré con el estómago lleno.

Habd cogió el trozo de lino que encontró más limpio y puso el animal inerte. Se colocó cerca del tenue brillo que desprendía Zadne. Ella le observaba mientras él retiraba el pellejo con una pequeña daga. Se deshizo de los restos lanzándolos a la lejanía. Arqueó la espalda y creó una cúpula cerrada con su túnica. Comenzó a transmitir calor con una pequeña llama que brotaba de la palma de su mano. Un lento trabajo pero con resultado aceptable.

-¿Seguro que no quieres? Hemos llegado a comer cosas con peor sabor.

Le rugían las tripas pero aún no estaba dispuesta a recurrir a semejantes manjares.

-Estoy segura – Dictaminó

-Bueno, pero no te quedarás sin comer, ¿no? - Dijo extrayéndose un chusco de pan de entre los pliegues de la ropa.

Zadme recibió la comida de buen agrado a pesar de la dureza. Roía con paciencia y esmero. Habd la miraba, divertido.

-Ahora el ratón eres tú.

Al día siguiente, (Entendiendo que entre la penumbra “el día siguiente” empezaba tras haber dormido) sin perder ni un minuto se pusieron en marcha. No tenían ni idea de la hora, pero todo parecía estar más oscuro. Zadne desenfundó parte de su mano pero Habd le detuvo.

-No deberíamos. Nos verían muy fácilmente.

En el momento de claridad que desató Zadne, brillaron decenas de ojillos de color dorado.

-No estamos tan solos como creemos.- Sentenció Habd.

Sus botas de cuero chapoteaban en los charcos de agua estancada. En las esquinas superiores, a intervalos, las rendijas que conducían a la calle mostraban haces de luz provenientes de los ocasionales carros, seguidos por un lejano ruido de cascos. Ignoraron todas las bifurcaciones. Tenían muy claro que la que buscaban, la tendrían siguiendo un camino recto, hacia el exterior de la ciudad, la salida que daba al río.
Tras una intensa caminata en silencio, avistaron la claridad de la mañana al final del túnel. La emoción se apoderó de ellos y sus zancadas se hicieron más largas.
De pronto, Habd se detuvo, parando a Zadne con el brazo. Sentía algo. Algo próximo y peligroso. Con un temple felino, escudriñó la negrura de lado a lado.
-Atrás. - Empujó sin mucha fuerza a Zadne. Ante sus ojos, una bola de fuego estalló en el muro. El musgo y residuos esparcidos por el suelo se impregnaron de chispas y brasas, iluminando la cloaca.

-No hay que poner en duda tus sentidos, ¿eh, Habd?- Rió una voz a su espalda.
-Ni tampoco hay que salir en mi búsqueda.- Añadió, dando un paso al frente. - A menos que busques la derrota, claro.

Su contrincante se quedó atónito un instante y comenzó a reír. Sus facciones eran levemente reveladas por un haz de luz del fuego que brotaba en sus manos. Su tez era morena, con una barba oscura y larga. Parte de su cara presentaba un aspecto rugoso, una cicatriz inmensa que llegaba desde la prácticamente desaparecida ceja izquierda hasta la altura del bigote. Sus labios finos dejaron de sonreír.
Lanzó otro proyectil contra Habd. El chisporroteo y el humo inundaron el lugar. Ninguno dijo nada. Habd estaba pendiente de un zumbido lejano, que cada vez sonaba más cercano.

-¡Cuidado! - Gritó Zadne.
Inconscientemente, Habd se tiró al suelo, cayendo sobre el agua estancada. Zadne se agachó, aún pegada a la pared. El invocador de fuego alzó su túnica y se cubrió, sin dejar de observar la pareja. Por encima de sus cabezas, una nube de langostas surcó el aire, con un ruido atronador. Fueron unos largos quince segundos hasta que todo volvió a la calma. Habd impulsó una invisible bola de oscuridad contra su oponente. Profirió un aullido de dolor, pero antes de que Habd pudiera golpearle de nuevo éste sintió una fuerte presión sobre su oreja derecha. Su ojos y la boca se llenaron de barro.

-¿Otra vez arrastrándote, Habd? Me sorprende que no te hayas convertido ya en un gusano. – Dijo una nueva voz a su espalda.
Habd oía débilmente sus palabras. Se encontraba en medio de una conmoción y lo único de lo que era consciente era de su dolor. Si seguía pisándole, acabaría por estallarle el cráneo.
Se retorció, escupiendo fango repetidamente.
-Vaya, pero si te has traído un bicho contigo. -Añadió, mirando a Zadne, que continuaba agachada y atemorizada. Habd intentó levantarse y tantearle con la pierna para derribarlo. - ¿Te suena esto, Habd?

Le propinó una patada en el estómago, que le hizo recogerse sobre sí mismo. Zadne gritó. Habd, con las manos en el vientre, se giró para mirarle a la cara. Pero ésta estaba tapada con la capucha y lo único que divisó fueron sus ojos amarillos, tan característicos.

-Vaya, otra rata. Aún me he quedado con hambre. Así que si no te importa... - Murmuró canalizando un poder que parecía ausentarse en su lenta agonía.

Lo último que alcanzó a ver, fue una bota yendo a su barbilla, destrozándole la mandíbula y golpeando su nuca contra un saliente. Zadne repetía el nombre de Habd una y otra vez, cada vez más fuerte hasta que él ya no se movió. Corrió a lado y zarandeó el cadáver, llorando. Tanto el invocador de fuego, que quedó al margen, tanto como el de la peste se quedaron inmóviles, observando la desesperación de la muchacha.
Zadne gritaba mientras se retiraba la ropa y su brillo aumentaba. Su cabello se derramó sobre su espalda y pecho y sus desnudas manos revelaban el rictus de Habd. Se aferró a él y vociferando, inundó de una luz cegadora que obligó a ambos a cubrirse la cara y no ver como Zadne se consumía. Su pena fue rápida antes de desaparecer.

-Pues sí que ha sido fácil. - Resopló con sorna el asesino.

-Entonces... El mito era cierto. - Respondió el otro, con seriedad. Ambos se miraron y abandonaron el lugar el silencio.


Y la luciérnaga amaba tanto la oscuridad que se apagó con ella.”

12/8/15

Visitando Salamanca

Salamanca, como todos sabréis, es una ciudad española situada en la comunidad autónoma de Castilla y León, además de ser la capital de la provincia homónima situada en el oeste de la meseta norte española.

Ubicación de Salamanca (Fuente: elpaisquenuncaseacaba.blogspot.com)
Hace varios días, tuve la oportunidad se visitar esta gran ciudad por segunda vez (la primera fue con mis compañeros en una excursión del instituto) y, de nuevo, disfruté como una niña.

Comencé mi ruta en la Plaza Mayor, una de las plazas más bonitas que he visto en mi vida. Desde allí fui directa a visitar la Clerecía, donde se aloja, la Universidad Pontificia de Salamanca, universidad de carácter privado fundada en 1940. Durante el transcurso de la visita guiada por el interior del edificio nos explicaron que una de sus torres está inclinada hacia un lado como consecuencia del terremoto que azotó a la ciudad de Lisboa en el año 1755. Además, nos permitieron subir a lo alto de estas y contemplar, desde allí, la visita que se nos ofrecía de la ciudad salmantina.

Vistas desde una de las torres (Fuente propia)
Tras esto, acudí a la Casa de las Conchas y observé su fachada, plagada de ellas, y, más tarde, me dirigí a la famosa Universidad de Salamanca, emblema de la ciudad desde el año 1218 (siglo XIII). Esta constituye la universidad, en activo, más antigua del territorio español. Asimismo, es la quinta más antigua de Europa, por detrás de la de Bolonia, Oxford, París y Cambridge. Al observar su impresionante fachada, busqué, como en mi anterior visita, la famosa rana. Nadie puede ir a Salamanca y marcharse sin haber encontrado esa pequeña ranita.

Fachada principal de la Universidad (Fuente propia)
Más tarde, fui a visitar las dos catedrales de la ciudad: la Catedral Nueva y la Catedral Antigua, anexa a la Nueva. Durante el recorrido, una grabación, a través de un teléfono inalámbrico, nos iba explicando a los asistentes con todo lujo de detalles cada una de las zonas que formaban el interior de ambas catedrales. Además, al observar la fachada de la Nueva, visualicé el famoso astronauta que esta alberga. También, pude contemplar la fachada del Palacio de Anaya, actual Facultad de Filología de la Universidad.

Astronauta presente en la Catedral Nueva (Fuente propia)
Vistas desde la Plaza de Anaya (Fuente propia)
Durante la tarde, por último, decidí montar en el tren turístico que pone a disposición la ciudad y di un paseo a la vez que la guía nos explicaba todo lo que contemplaban nuestros ojos: la Casa de Lis, el Huerto de Calixto y Melibea, el Puente Romano, el río Tormes...

Para los amantes de las tapas, en Salamanca existen numerosos establecimientos, sobre todo en la Plaza Mayor y en sus alrededores, en los que se pueden degustar numerosas tapas. En mi caso, una de las tapas que probé fue la Jeta. ¿Qué es la Jeta? Es el hocico o careta del cerdo. Esta se puede preparar frita o asada. Yo la probé frita y estaba bastante rica.

Ración de Jeta (Fuente: www.hosteleriasalamanca.es)
Para los que no se quieran marchar de la ciudad sin un recuerdo, hay numerosas tiendas de souvenirs, donde se venden diferentes productos: figuras y peluches de ranas, camisetas y sudaderas con el símbolo de la universidad, postales...

Era, como ya he mencionado antes, la segunda vez que visitaba la ciudad de Salamanca y lo volvería a hacer. Es un precioso espacio que merece la pena visitar.

31/7/15

El océano de noche

Caminaba sin rumbo, observando los adoquines que tarde o temprano apresaría bajos sus pies. Guardaba en su rostro una expresión de letargo. Por su mente circulaban miles de pensamientos, a cada cual con más resentimiento y tristeza.
Miró la señal con el nombre de la calle. Se encogió de hombros; no sabía dónde estaba. Se limitó a girar a su izquierda, dirección al bosque que bordeaba toda la ciudad costera. La vegetación, quemada por el sol y la salinidad del aire, crujía bajo el peso de Nelly. Aquel bosque lo conocía como la palma de su mano, a diferencia de los callejones. Eso le gustaba; porque los árboles no cambian de manera brutal de un día al otro, ni se colocan carteles de neón distintos cada semana ni corría el bullicio de la gente.
La tierra se enternecía a cada paso y el rumor de las olas no tardó en llenar los oídos de Nelly. Sin detenerse, abandonó las chanclas entre la arena y siguió recto hasta la orilla. Se sentó con las rodillas próximas al pecho, a una distancia prudente del agua aunque fue inevitable que alguna ola llegara con más fuerza y le salpicara los dedos.
Durante un largo rato, perdió la mirada en el horizonte que despedía el Sol. Una débil tajada de luz comenzaba a tomar voz en aquella pronta noche. Cerca de la menguante luna, Venus brillaba con furor. Nelly tenía la cabeza vacía, una neblina que le impedía recordar su enfado y en cierto modo la calmaba.
Suspiró inconscientemente. A su espalda, una voz le dijo:

- Sabía que estarías aquí

Nelly giró vagamente la cabeza y la ladeó.

¿Qué hubieras hecho si no me hubieses encontrado aquí?

Chad se puso a su lado.

-Imposible. Tienes una fuerte tendencia a lugares con ruido y sin personas. Estando en el pueblo de veraneo cerca de la playa, fácil decirlo. - Rió. - “En el ruido no se oyen las palabras”. Siempre dices eso.

Chad no apartaba la vista de su amiga, que seguía enfurruñada sobre sus piernas.

- Bah, conoces algo de mí. Pero sólo eso.

- Mentira, sé muchas cosas más. - Trató de colocar la mano sobre el hombro de Nelly pero esquivó su caricia con la flexibilidad de un gato molesto. Rehusó volver a intentarlo.

- ¿Por ejemplo? - Le hablaba sin mirarlo, hipnotizada por el paisaje.

- Mmm, pues realmente no sé qué decirte. Pero te conozco desde hace años y de veras que eres una chica que-

-¿No crees que somos océanos de noche? - Le interrumpió, escudriñándole con un brillo extraño en los ojos.

-¿Qué? - Se sorprendió Chad.

-Sí, ya sabes – Alzó las manos, señalando frente a sí la vasa extensión de agua – No importa cuánto veamos, sólo avistaremos la superficie, pero el interior oculta tantas cosas... Y que cojas un vaso lleno de ésta agua no implica ninguna sabiduría...

Chad vio en sus palabras un ataque gratuito y decidió permanecer en silencio. Quería contrarrestar a su amiga pero aquella afirmación le dejó atónito. Dejó caer con peso su cuerpo sobre la arena. Mantuvieron aquella esfera más tiempo del que le hubiera gustado. Pasados los primeros minutos, Chad tuvo la sensación de inmersión causada por el rumor de las olas. Cuando notó que su mente rozaba el limbo del sueño, se desperezó estirándose y miró con los ojos entrecerrados de cansancio a Nelly, que seguía inmóvil como una estatua. Chad suspiró, levantó la mirada y se vio sorprendido por un desfile de estrellas. Contuvo el aire y rozó el codo de Nelly. Ella se giró, aletargada. No comprendía el gesto de Chad, levantando la barbilla y dándole cortos y rápidos toques en el brazo, hasta que dijo:

-Mira. El cielo.

Nelly no se había dado cuenta de las luces que se habían encendido sobre su cabeza. Sonrió; nunca había visto tantas.

-Eso es lo que veo cuando te miro, Nelly. Eres una gran persona y todos esos puntitos brillantes que ves, son algo bueno de ti. Y la oscuridad no es el contrario, son las cosas que desconozco. Quizás te pediría que me mostrases todo aquello que no se ve, pero me conformo con esta maravilla. 

27/7/15

La próxima semana llega a los cines 'Ciudades de Papel'

El próximo 7 de agosto llega a los cines españoles 'Ciudades de Papel'. La película está basada en la tercera novela del estadounidense John Green y es la segunda historia llevada a la gran pantalla de este escritor. 

Fuente: www.sensacine.com
Después del éxito abrumador de la historia de Hazel Grace y Augustus Walters ('Bajo la misma estrella'), la compañía cinematográfica 20th Century Fox decidió llevarla a la gran pantalla el pasado año, obteniendo un gran éxito y recaudando más de 300 millones de dólares en todo el mundo.

En esta ocasión, la misma compañía ha decidido mostrar en la gran pantalla la historia de Quentin Jacobsen y su vecina, Margo Roth Spiegelman. Un día, Margo (Cara Delevigne) se cuela en la habitación de Quentin (Nat Wolff), a través de la ventana, para pedirle un gran favor: que le ayude en su plan de venganza contra todos aquellos que la han lastimado. Ambos pasan una noche inolvidable pero, a la mañana siguiente, Margo desaparece misteriosamente dejando pistas. A partir de ese momento, Quentin hará todo lo posible para descifrarlas e ir en su busca.

Para todos los interesados y, especialmente, para los amantes de las novelas de John Green, aquí os dejo el tráiler oficial de esta fantástica historia:




¡Siete de agosto, no te hagas esperar!

26/7/15

Review III - Del revés (Inside Out)

Pixar nos tenía acostumbrados a una película por año. Desde Cars, en 2006, hasta Monstruos University allá en el 2013. Al año siguiente no había nada anunciado de esta magnífica compañía estadounidense, teníamos que esperar hasta 2015. Sinceramente, mereció la pena.
La todopoderosa Pixar trata de superar el que ha sido quizá el único bache de su historia (tres películas menores de lo habitual: Cars 2, Brave y Monstruos University) con un original relato que responde al título Del revés (Inside Out). La cinta puede presumir de haber obtenido la primera gran ovación en el último Festival de Cannes, donde destacó como una narración compleja, brillante e imaginativa.
Ahora, con la película ya estrenada, parece que al público de medio mundo opina lo mismo. En su primer fin de semana en Estados Unidos, hace un mes, Inside Out recaudó más de 90 millones de dólares (el segundo mejor estreno de Pixar tras los 110 millones de Toy Story 3 y record absoluto para una película original). En España se estrenó el pasado fin de semana siendo un éxito (2,9 millones de euros). Si sumamos la recaudación mundial, acaba de llegar a los 500 millones de dólares. Todo un éxito, ¿no crees?

Póster oficial
Al no haber estrenado Pixar película alguna en 2014, tenía muchas ganas de ver algo sorprendente después de la decepción que tuve con Cars 2 y Monstruos University. Me parecieron muy flojas comparándolas con otras creaciones de esta maravillosa compañía. Días antes del estreno, llegué a pensar que Del revés (Inside Out) no alcanzaría mis expectativas y llegaría a ser otra decepción, pero la realidad fue extremadamente positiva. En mi opinión (sin exagerar) es la mejor película de Pixar hasta la fecha, posicionándola en mi top particular y rozando ademas el convertirse (por muy poco) en mi nueva cinta de animación favorita. Pero, por la nostalgia, ese puesto siempre será para Toy Story 3.
Nos brindaron con un corto animado titulado Lava. Después de eso, empezó una melodía que daba comienzo a la película. La banda sonora de Michael Giacchino me puso la carne de gallina. Me fascinó.

Al comenzar la película nos explican que todos nosotros tenemos cinco sensaciones dentro de la cabeza: Alegría, Tristeza, Asco, Ira y Miedo. Estos personajes me parecieron muy interesantes y los cogí cariño muy facilmente. Investigué sobre el diseño de los protagonistas y cada uno se basa en una forma: Alegría se basa en una estrella, Tristeza en una lágrima, Ira en un ladrillo, Asco en un brócoli y Miedo en un nervio. En este caso conocemos las de Riley principalmente, que definen su personalidad, y de cualquiera de los personajes humanos de la cinta. Observamos como se comportan estas sensaciones ante las reacciones que les ocurren a las personas. Nos cuentan dos historias paralelas: por un lado, vemos la historia de una niña que se muda porque su padre tiene un nuevo trabajo en San Francisco y debe empezar una vida prácticamente desde cero; y por otro lado, lo que ocurre dentro de la cabeza de Riley. Una idea nada novedosa a la que Pixar ha querido dar un giro para convertirla en una aventura repleta de momentos cómicos, con situaciones que me llegaron al corazón y me hicieron llorar.

El guión es brillante y han sabido manejar las diferentes emociones de la protagonista con mano maestra y también van añadiendo novedades a la forma de reflejar el mundo interior de Riley. Incluso aprovechan para hablarnos de los recuerdos que han caído en el olvido como el amigo imaginario de la protagonista, Bing Bong (declaro mi debilidad por él). Tiene buenísimos detalles, como por ejemplo, la creación de sus sueños como si fuese una grabación de cine o el mundo de los pensamientos abstractos.


Las cinco emociones de Riley

En cuanto a la calidad del filme, cuenta con una exquisitaprodigiosa animación que vuelve a dejarme de piedra. Pixar vuelve a dejarnos claro que ha alcanzado un nivel en este apartado que aún nadie ha podido igualar y mucho menos superar. Los personajes están definidos a la perfección, tanto los protagonistas como los secundarios.
En ningún momento he sentido que algo sobraba, ni sentí que faltase un villano como nos tienen acostumbrados todas las películas de animación.

En conclusión, Del revés (Inside Out) es una nueva joya de Pixar con una trama muy madura y profunda, que la ha llevado a cabo Pete Docter (Up). No paré de reír con cada escena y me sorprendían todos los detalles de la película que me pusieron la carne de gallina. Disney y Pixar han encontrado a su nuevo Toy Story y espero que muy pronto confirmen secuela porque me ha parecido MAGNÍFICA. De lo que disfrute, se me hizo muy corta la cinta. Pocas películas consiguen tratar la madurez de una manera tan brillante. La volvería a ver mil veces porque es una maravilla.


Mi puntuación final es un 9'5/10. Por muy poco se lleva la medalla de oro, y recalco, sin exagerar. Merece mucho la pena y se la recomiendo a todo el mundo. 


Lo próximo que veremos de Pixar será El viaje de Arlo (The Good Dinosaur) a finales de este año. Tendremos doble diversión de esta compañía, algo que me hace muy feliz
Hasta la próxima review.

El Baile

En primer lugar, esta entrada va dedicada a una amiga muy especial cuya vida está cargada de baile. Pero... ¿qué es el baile? No es solo mover el cuerpo de un lado a otro haciendo gestos. Podemos empezar a bailar, ya sea ballet, breakdance, hip hop, sevillanas, acrobático o contemporáneo, con 5 años y seguir hasta que en nuestros pies notáramos el paso del tiempo. El fin sigue siendo el mismo: solo tratamos de transmitir algo al público que nos observa, con la compañía de una canción, que puede ser un sentimiento, alegría o tormento, y  que el espectador llegara a entender a través de nosotros dicho sentimiento. Podemos interpretar una historia que acabe en una victoria o en una derrota. Pero hay algo mas, lo que no vemos detrás del escenario: el esfuerzo. Sí, he dicho esfuerzo. Entrenar duro para pulir un paso, no poder bailar por motivos personales y qué decir de una lesión; algunas personas no saben lo que eso significa. No es estar apartado de ello durante semanas o meses, cuando vuelves a donde lo dejaste, debes ir poco a poco. Pero lo peor son esas lesiones, que dejan huella, es que te impiden avanzar. Te sientes impotente, caes pero te levantas, hasta que con tiempo y paciencia consigues mejorar y llegar a tu nivel.

Llega el momento, estás encima del escenario y... ¿qué ves? Focos iluminándote y, allá, en la penumbra, miles de ojos mirándote. De repente, la música empieza a sonar y te mueves a su son, sintiendo cómo te abraza y te dejas llevar; sintiendo que nada existe a tu alrededor, solo tú, el baile y la música. Te sientes nervioso y recuerdas el paso siguiente. Finalmente, la música se detiene, y miras al frente sonriendo mientras oyes los aplausos. Te sientes orgulloso de tu trabajo, y solo piensas en el trabajo que has hecho para sentir este orgullo.

Por otro lado, bailar en pareja es "química", dos personas que conectan y que confían la una en la otra, llegando a transmitir un mensaje. Pero si no conectan, esa conexión se rompe y solo son dos personas bailando independientemente.
El baile ya sea solo o en pareja, no son pasos, es una historia. Tu historia.



Pensar es el mayor error que un bailarín puede cometer.
No hay que pensar, hay que sentir.
Michael Jackson





25/7/15

Casilla por Casillas

Hace apenas dos semanas, el Real Madrid se despedía a través de un comunicado oficial en su página web del que fuera jugador blanco desde los 9 años: Iker Casillas. El club hacía oficial su traspaso al Oporto, por lo que surgía un nuevo debate en la portería merengue.

El 17 de julio parecía verse solucionado dicho problema. El club de Concha Espina anunciaba el fichaje de un nuevo portero: Kiko Casilla. El que ya fuera canterano del conjunto blanco años atrás viajaba rápidamente a Australia, donde se encuentra el primer equipo realizando parte de su pretemporada, y se incorporaba a las órdenes de Rafa Benítez.

Kiko Casilla, nuevo portero del Real Madrid (Twitter oficial: @realmadrid)
Actualmente, el Real Madrid cuenta con tres porteros: el costarricense, Keylor Navas, el español, Kiko Casilla, y el, también, español, Pacheco (que seguramente será traspasado o cedido a otro conjunto).

Aun así, el Madrid no desiste en su deseo de contratar al, también, español, David De Gea, con el que ya tiene acordado su traspaso hace varios meses y al que le queda un año de contrato en su actual club. El único problema es que el Manchester United y su entrenador, Van Gaal, no están dispuestos a dejarle ir tan fácilmente. Según diversas informaciones, los ingleses no le dejarán partir a la capital española a menos que llegue una elevada oferta por él o se incluya en la operación al sevillano Sergio Ramos. 

Sin lugar a dudas, hasta el 31 de agosto, día en el que se eche el cierre al mercado de fichajes, todo puede suceder.

Dejando el mercado de fichajes a un lado, el Real Madrid ya ha disputado dos encuentros de pretemporada: el primero, contra la Roma, se saldó con la victoria del equipo italiano en la tanda de penaltis; y el segundo, finalizó con una goleada por parte de los de Bénitez frente al Manchester City (1-4), por lo que el club blanco se alzaba con el trofeo de la International Champions Cup de Australia.

Twitter oficial: @realmadrid
Por otro lado, los madridistas ya conocen los horarios de sus dos primeros choques ligueros:

Domingo 23 de agosto (20:30 horas): Sporting de Gijón-Real Madrid.
Sábado 29 de agosto (22:30 horas): Real Madrid-Betis.

Pasxalis Terzis - Den Thelo Tetious Filous



 

Hace hoy exactamente diez días viajé hacia una de esas tierras que tanto furor están causando últimamente en los medios de comunicación. Durante una semana iba a recorrer las estrechas calles de Atenas, acompañado por mi hermana y por su amigo Carles, residente desde hace un año, quién ejerció de guía y nos acogió humildemente. Para llegar hicimos escala en Roma e iniciamos el vuelo a las nueve de la noche, que tenía una duración de dos horas. Dos horas de inquietud, incertidumbre y expectación, ante las experiencias que el viaje prometía y ante la sensación de estar aterrizando en Grecia en un momento histórico. Cuando se inició el descenso dejé aparcado mi libro y fijé la mirada en la ventanilla. Un telón oscuro vaticinaba el inicio del espectáculo. Estábamos sobrevolando el mar. Ansioso, mantuve la expectación hasta que de repente las luces empezaron a encenderse como si formaran parte de un musical. Así, las primeras islas hacían acto de presencia, Grecia se postraba sobre nuestros pies. Y en apenas unos minutos, todo el país se perfilaba con absoluta maestría sobre el negro marítimo: las luces de las farolas, perfecta y estratégicamente situadas en la orilla, dibujaban el país entero. Sí, el mismo trazado que vemos plasmado en los mapas, con sus vórtices, sus islas y su forma irregular. Lo podíamos ver todo. Una nación entera iluminada. A medida que íbamos bajando nos íbamos acercando a Atenas y podíamos distinguir los edificios, los paseos marítimos, los montes, las carreteras y los coches. La ciudad resplandecía con personalidad y era tallada por un sendero recto de luz que parecía marcar un camino a lo largo de la isla, quizás el camino hacia la salvación que el país de Tsipras tanto necesita. Ver todo aquello era cautivador, mis ojos estaban encadenados a aquella imagen, prendidos por aquella llama. No podía girar la cabeza, no podía dejar de mirar. No podía evitar emocionarme, aquel perfil y aquellos ojos me seducían y me encandilaban de una forma absolutamente inexplicable. Contemplar aquello era igual que contemplar a la persona que amas.




Vista nocturna de la Acrópolis


Nada más bajar del bus que nos lleva del aeropuerto a la ciudad, lo primero que encontramos es un gran descampado colindante a la carretera. Es una excavación arqueológica, apunta Carles. La ciudad está plagada de excavaciones, un hecho que perjudica gravemente la inversión, puesto que cualquier terreno es susceptible de acabar siendo lugar de excavación, y si esto ocurre en tu terreno el estado no te asegura devolverte el dinero ni aunque te lo acabes de comprar. Recorremos la carretera donde se sitúa el parlamento. Me sorprende observar la presencia de unos cuantos oficiales haciendo guardia en un bloque de apartamentos totalmente corriente. ¿Qué ocurre? Me pregunto. Allí vive Tsipras, el presidente, me dice Carles, mi guía. Todo el mundo lo sabe, añade. Instantáneamente entiendo la presencia de esos guardias, sin embargo, me sorprende que a cada pocos metros me encuentro con una furgoneta repleta de miembros de seguridad del estado, algunos haciendo guardia, otros, ya a esas horas, durmiendo profundamente. Los vehículos, distribuidos por toda la ciudad, se quedan allí aparcados las 24 horas del día, siempre pendientes para actuar por si se desata la tensión. Y de aquí se entiende el desorbitado gasto en defensa. La tensión se había desatado justo unas horas antes en frente del parlamento, donde se había realizado una manifestación en contra de la votación que en esos instantes se realizaba sobre la aprobación del tercer rescate. La situación se desató cuando un grupo de violentos lanzó cócteles molotov contra la policía, que respondió con gas pimienta. Todo el centro de Atenas había estado paralizado. Ahora nosotros pasábamos por allí y era como si nada hubiera ocurrido. Presenciamos el cambio de guardia, y observamos con incredulidad la impasibilidad de unos soldados que no sólo se mantenían quietos entonces, sino que lo habían estado unas horas antes cuando la batalla se desataba justo enfrente de sus narices. Seguimos andando hasta llegar a la zona comercial y festiva de la ciudad, el corazón de Atenas, la Gran Vía. Y no había una sola alma por la calle. Lo único que rompía el silencio era el ruido de nuestras maletas o el de algún indigente rebuscando en la basura. Si alguna vez nos cruzábamos con un grupo de personas, estas ni siquiera conversaban entre sí. Fue una primera impresión devastadora, de esas que nadie espera encontrarse en una primera cita. Afortunadamente, aquello tenía una explicación: en verano, Atenas se vacía. Más del 50% de habitantes de Grecia residen en Atenas, pero la mayoría de éstos no son de allí, sino de alguna de las más de 6000 ínsulas del archipiélago. En vacaciones vuelven a sus hogares y los turistas sólo estan de paso por la capital para visitar luego Creta, Santorini, Mykonos u otra de las famosas islas. Los siguientes días, sin embargo, sí advertimos más bullicio y más normalidad en la zona de bares y en las plazas más famosas de la capital.


Una calle en el barrio Kifissia, Atenas



Dicen que en el amor se basa en aceptar y estimar los contrastes de cada persona. Explorar sus matices sin importar su origen y sin tratar de modificarlos. Por eso el segundo día trazamos una ruta por los dos barrios más antagónicos de la ciudad. Por la mañana visitamos el único barrio donde ganó el NAI (SÍ). Situado en las afueras de la ciudad, en Kifissia esperábamos encontrarnos con grandes y lujosas mansiones, sin embargo nos encontramos con una zona muy tranquila y familiar. Casas blancas de buen diseño, con su jardín y su piscina, pero lejos de ser enormes. No era como el corazón de Atenas, desde luego, pero aquello no se alejaba mucho a cualquier urbanización de monte. De hecho, tenía hasta su encanto, y fue de agradecer poder ver alguna zona verde bien aclimatada. Donde sí se apreció el lujo fue en la zona de tiendas. Varias calles agrupadas, como en un gran centro comercial urbano, repletas de tiendas de ropa cara (nivel Versace o Armani), joyerías y artículos de lujo. No obstante, la mayoría estaban vacías, puesto que la mayoría de sus residentes siguen temerosos y expectantes con la situación actual, a pesar de que su nivel económico es muy superior a la media del país.
Por la tarde visitamos el histórico barrio de
Exarchia, el bastión anarquista de Atenas, germen de múltiples revueltas y en cuya plaza se da el inicio de gran parte de las manifestaciones. La situación allí es peculiar, interesante y muy digna de análisis. Los policías rodean completamente el barrio manteniéndose a la expectativa por si tienen que intervenir. En el caso -bastante frecuente- de que se sucedan revueltas, cierran el barrio y nadie -aunque sea un transeúnte casual- puede salir hasta que la situación se disuelva. Pero el resto del tiempo, y a pesar de la vigilancia perpetua, en aquel barrio los jóvenes pueden campar a sus anchas haciendo gala de sus ideales con excelsa libertad. Las paredes están llenas de pintadas reivindicativas, de pancartas, lemas y de grafitis. No hay tiendas de lujo ni bancos, y de hecho los pocos que habían se vieron obligados a abandonar el lugar al ser víctima de ataques e incendios. Abundan también los edificios okupas, como el emblemático café Nosotros, donde nos tomamos una cerveza y contemplamos el ajetreo del barrio. Se respira, a pesar de todo, un ambiente de solidaridad, un clima de entusiasmo y de acción social que se labra también con el descontento y la indignación creada con la situación actual. Algo, no se muy bien qué, me dice que Exarchia es un rincón mucho más real, mucho más humano y mucho más identitario que Kifissia.

Uno de los lugares que más nos sorprende de Exarchia es la Universidad Politécnica de Atenas, que rompe completamente con los moldes preconcebidos que uno tiene de lo que debe de ser una universidad. Si la buscáis en google images veréis, seguro, una espléndida foto de la fachada del edificio principal, de estilo clásico, con columnas jónicas. Lo que no se muestra, sin embargo, es el estado real de los edificios, que parecen completamente abandonados. Hay varios grafitis, algo que aquí resultaría sumamente llamativo debido a lo mucho que se ha criminalizado esa actividad, pero que en Atenas parece algo normalizado y que forma parte intrínseca del arte (la Universidad de Bellas Artes dan buen ejemplo de ello). Pero además, las paredes de los edificios, tanto por dentro como por fuera, parecen haber sido sometidas al libre albedrío de los estudiantes, y están llenas de frases y consignas de carácter político. Las aulas siguen abiertas y los estudiantes siguen trabajando y estudiando en ellas, realizando proyectos. No hay rastro alguno de los profesores, todo parece autogestionado y el único resquicio burocrático que encontramos es un papel situado en una fachada con el horario de los exámenes.

 
Imágenes de la Universidad Politécnica de Atenas, por dentro y por fuera




Cenamos por allí esa noche y somos testigos de algo que en España ya se conocía. Gente fumando en los bares (algunos con cachimba incluida), personas cruzando en rojo, conduciendo a su bola. Asumiendo las normas más como una sugerencia que como un imperativo. Pero entendemos, también, que aquello forma parte del genotipo cultural del país y que sería un error muy ingenuo tomarlo como defecto: hay cosas que se toman a la ligera, pero se evita en todo momento el conflicto, lo que es, al fin y al cabo, el motivo por el que las normas son creadas. Sería una profusa banalización establecer con ello el silogismo de que Grecia no paga la deuda por su “rebeldía natural”. Sí, Grecia es un país rebelde. Los tres partidos más votados en las últimas elecciones están situados en cada uno de los extremos del espectro político existente. Vamos, que allí lo de “ir de centro” no funcionaría. Pero ello no implica eludir responsabilidades. Todo lo contrario. Las personas orgullosas no huyen nunca sus deudas, y tratan siempre de cumplir sus cometidos. Pero también buscan la manera de hacerlo sin dejarse chantajear, sin que se apisone su identidad.



El viento, famoso grafiti de la ciudad de Atenas


El tercer día fuimos a visitar la Acrópolis. Para llegar a la cima de la montaña atravesamos un sendero adoquinado repleto de vendedores ambulantes -muchos de ellos niños- y de artistas: músicos, pintores, malabaristas y estatuas humanas; como en toda capital europea que se precie, la bohemia encuentra un lugar para reunirse y dotar de color la ciudad. En lo alto de la loma rastreamos el Partenón, el edificio más representativo de la antigua Grecia, paradigma de la arquitectura helena. Aunque la mayor parte está reformado, debido a los múltiples conflictos armados en los que el país se ha envuelto en su historia reciente -todavía continúan una guerra con Turquía, ahora en tregua, que dura más de 400 años- y que han acabado por deteriorar el edificio. Aún así, no nos cuesta imaginar a unos cuantos hombres en túnica caminando alrededor de la estatua dorada de Atenea y hablando de negocios, de religión, o de los asuntos políticos de la Polis. Detrás de nosotros, una paisaje excepcional permitía vislumbrar toda Atenas, desde las montañas que la encierran hasta el mar. Una gran nube de humo pendía sobre el cielo. Una de esas elevaciones que antaño se encargaban de resguardar el Olimpo de Zeus, se quemaba. Y el incendio se acercaba, poco a poco, a la ciudad. Pero nosotros yacíamos absortos, perdidos en otra civilización, en otra parte de la historia. Atenas fue la cuna de la democracia, instauró los cimientos que, se supone, rigen hoy la Europa Occidental. Por eso su presencia en la Unión Europea, por su contenido simbólico, se convirtió en absolutamente necesaria, a pesar de que el país no cumplía muchos de los requisitos y no fue sometido luego a controles exhaustivos, a pesar de que las cifras presentadas por los sucesivos gobiernos de Pasok y Nueva Democracia estaban llenas de contradicciones. Grecia sumó ambición al proyecto europeo (que con su entrada dejó de ser un “club de ricos”), abrió la puerta a países como España y Portugal; ahora, sin embargo, Europa se permite jugar con la suerte de los helenos sin ningún tipo de remordimiento. Al fin y al cabo, Grecia representa sólo un 2% del PIB europeo, y su salida no supone ninguna amenaza grave para las entidades financieras que timonean el continente. Hoy, Grecia, no es más que un juguete roto que el gobierno de Tsipras ha tratado de arreglar con el apoyo de su pueblo. Pero, a la hora de la verdad, se ha visto sin margen de maniobra. Ha sido imposible aplacar el fuego de la Troika, de los representantes de traje y corbata, de medios que han mentido hasta la saciedad y que nos han instalado unos prejuicios que -como en tantos otros sitios- van a ser difíciles de quitar si uno no acaba por contemplar la realidad con sus propios ojos. Porque la realidad es que no me encontré ni con desabastecimiento, ni con largas colas ante los cajeros, ni tuve la más mínima sensación de poder ser atracado en ninguno de los sitios que visité. Sólo vi una ciudad europea, como cualquier otra, que quiere seguir siéndolo. Una ciudad con sus monumentos, sus emblemas y su centro histórico. Con su ajetreo, sus grafitis y -también- sus mendigos. Pero, aún con todo ello, podía notar, podía sentir, que aquella ciudad, que trataba de mantener su compostura y su dignidad desbordando creatividad a cada rincón que me encontraba, tenía la mirada baja y las pupilas totalmente decaídas, acoquinadas. Atenas estaba triste, dolida y herida. Y yo, ingenuo viajero, preso de la misma droga que nos prende en las relaciones amorosas, fotografiaba las escenas sonriente, vanidoso, mientras a mi espalda se cernía la gran humareda negra que hoy azota todos los rincones del archipiélago, cubriendo a su paso todo rastro de luz, certidumbre y esperanza.








24/7/15

Las reinas también mueren

Cuando el peso del cansancio se posó sobre sus párpados, no dudó en cerrarlos ni un instante. El ronroneo del vehículo le provocaba gran somnolencia como una nana incomprensible. Ya había perdido las consciencia cuando se detuvo . Ni siquiera se percató, cuando la alzó y su cabeza pequeña se balanceaba sobre el cariñoso hombro de su padre. Pero para desgracia, la criatura se despertó al posarla sobre la cama y balbuceó un:
- Cuéntame un cuento.
Suspiró él pensando que qué tendría que dormir en lo que ya descansaba interiormente.
-¿Dónde están los cuentos? -Musitó para no despertarle la mente.
- Invéntatelo, como antes. - Se revolvió cariñosamente.
"Como antes". Esas débiles palabras evocaron memorias en el paciente padre. Tantos recuerdos que temía que le saliera la voz y rescatando valor y pensamientos comenzó:
-Esta historia es cortita y muy simple: En un lugar no tan lejano como creemos, existía una mujer de una increíble belleza tan enigmática como el origen de la cicatriz que tenía dibujada en la comisura de sus labios o la exclusividad de sus ojos violetas tan tranquilizadores y profundos. Dicen que cientos de pintores quisieron retratarla y nadie supo jamás captar la esencia de su rostro, que los poetas sufrían insomnio por no saber describirla en su totalidad, y cientos de viajeros se paraban a contemplarla y cuando les preguntaban en su retorno, cuál era la estampa más bonita con la que se había topado, todos ellos exclamaban a viva voz con una sonrisa: "¡Ella, ella!".
 Cualquiera diría que era la envidia de todas las otras mujeres, que tendrían que reñir a sus hombres cuando se quedasen embobados al verla pasar, pero ni mucho menos. Ellas mismas acudían a su paso a coquetear y a halagarla. Hasta la persona más irritable o mohína se sentía reconfortada por su presencia y bondad. Era tal el poder de esta mujer, que tras guerras y hambrunas, cuando su rey murió, el pueblo la nombró y ella hizo justicia. Con toda su modestia, dio fama al país y trajo riquezas. Y ella jamás mostró vanidad en ninguno de sus actos. Seguía siendo aquella chica que paseaba por cada una de las calles de la ciudad, que se perdía en la frondosidad del bosque y tejía para sí misma y como presente cuando podía.

Un día, un caballero vino desde una tierra tan alejada y antigua que sus rocas eran arena, granito tras granito. Se postró antes de que la reina pudiera siquiera mirarle a los ojos. Su blanca mano se posó sobre la hombrera de aquel hombre y le hizo un gesto para alzarle, mientras le susurraba como hubiese hecho con cualquier otra persona con la misma actitud:
-No soy más que vosotros y nadie me debe servidumbre como a la par yo no os utilizaré a vos.

Él se quedó amaravillado de la sonrisa que brotaba en ese rostro.
-El viento trae noticias hasta el Oriente de que en estas tierras habita un ser que enmudece al bárbaro, que apacigua las bestias; una dama por la cual los pájaros trinan cada mañana y los girasoles dirigen sus amarillentos pétalos para admirarla. Si me permite la descortesía, quisiera conocer el secreto de semejante hermosura.
 A pesar de estar acostumbrada a las palabras bonitas, se ruborizó por la cantidad de molestias que se había tomado aquel joven por verle y atribuirle aquellos milagros. Con una dulzura equiparable que conmovió al muchacho, ella le respondió:
- Las gentes acostumbran a dejarse arrastrar por los males de este cruel mundo y entiendo su dolor a la perfección. Pero jamás permití que las lágrimas destrozasen mis mejillas con su amargura. Por el contrario, quise curar las cicatrices a quienes pude ayudar -Se acarició la piel marcada de sus labios con una confidente alegría- Aprendí a sanar y dejar otras marcas, a conocer la eternidad de la juventud en la mente. Solemos llamarlas recuerdos.

Fueron tales el impacto de sus palabras, que quedaron grabadas en la piedra. Sabe Dios ahora dónde descansan, pero quien sabe, quizás salgas a pasear y te topes con ellas.

-¿Y ahora ya no está? -Preguntó la pequeña con los ojos cerrados y un hilo de voz.
-Claro, a todos nos llega ese momento de irnos y dejar el juego, tarde o temprano. Pero esa reina aún sonreirá y seguirá viva si piensas en ella.
-Entonces mamá todavía nos acompaña...-Susurró en un bostezo antes de abandonarse completamente.
-Sí, sigue reinando entre estas paredes... -Musitó en el umbral de la puerta, desapareciendo en el oscuro pasillo plagado de fotografías del gran imperio que fue...

17/7/15

Mi maravilloso desastre

Recuerdo que era un día de verano, caluroso como cualquier otro. La observaba, en sus gestos plagados de perfecta armonía con la torpeza, disputarse entre sonrisas y frustración. Vi en un delirio, seguramente regado por los rayos del sol, que aquello que se derretía inevitablemente entre sus dedos era mi corazón y me alegré de que ella fuera la titiritera que movía los hilos de mi mundo. Se derramaron gotas sobre sus prendas, me miró divertida y nuestros ojos se cruzaron, iluminándome con la eterna primavera que custodiaba. Acerqué, con gesto paternal, una servilleta a su mejilla y rememoré sus pecas, sembradas por ambos carrillos, como pequeños campos de trigo resplandecientes bajo la luz estival. Ella se quedó inmóvil y no pude evitar pensar en sus labios carnosos, en su tibieza, en la dulzura que guardan aun el mar los haya humedecido. Vino a mi sentido el olor salino impregnado en su piel pálida; respiré con calmada ansia el aroma de la flor de sal, deseando que el tiempo se hubiera atrapado ahí: en la huella sobre la arena, en la caricia en la cintura, en el suspiro de un beso, en el afán de haber detenido el reloj y permanecer allí, por siempre, tratando perpetuamente de ordenar el caos que felizmente me causa.


La felicidad es el anhelo por la repetición. - Milan Kundera

16/7/15

Magic Duels: Origins es presentado en España

La adaptación del popular juego de cartas conocido a nivel mundial fue mostrada a la prensa el pasado día 15 y, con mucha fortuna, hemos tenido la ocasión de asistir a la presentación. Gracias a @AyugorxD, compañero de GamElegant, tuvimos el privilegio de asistir a dicho evento y de ser los primeros en disfrutar las novedades que trae esta nueva entrega. MagicDuels: Origins no solo supone un lavado de cara con mejoras técnicas, sino que pretende ir más allá. Esta nueva entrega llegará próximamente a nuestras PS4, Xbox One y a nuestros PC a través de la plataforma Steam. Una de las novedades es la llegada de las cartas a nuestros iPhone y iPad. La salida del juego coincide con el reinicio de la historia, por lo que estaríamos hablando de un reboot, no de una simple entrega nueva. No obstante, el aspecto que más relevancia va a tener es el nuevo formato de juego: free to play. Haciendo el juego mucho más accesible, se pretende llegar a un público mayor y hacer la competencia a su principal amenaza, que en este caso sería el ya conocido Hearthstone de Blizzard.  
El evento se llevó a cabo en La Tahona, asador al que fue invitada la prensa para ver en primicia las novedades

La nueva experiencia digital de Magic trae nuevos modos de juego, entre los que podemos encontrar un apasionante modo historia en el que podremos encarnar a 5 planeswalkers (los protagonistas del universo de la saga) y un modo versus tanto offline como online que tiene previsto recibir actualizaciones y parches de forma periódica. Dentro de estos modos de juego, se obtendrán monedas que se irán acumulando y que nos darán la ocasión de canjearlas por contenido desbloqueable, entre el que encontramos hasta casi 300 cartas en la primera expansión a expensas de la siguiente actualización. En primera instancia, absolutamente todo el contenido puede conseguirse a través de esta forma de pago, haciendo especial hincapié en el hecho de que esta entrega es free to play. Aparte, uno de los alicientes de los que siempre ha presumido el popular juego de cartas es el afán de coleccionismo que genera. La comunidad de aficionados y jugadores a menudo tiende a buscar las cartas más raras o con el diseño más destacable, ya que dentro de su entorno otorga cierto estatus. Magic Duels: Origins no ha dado la espalda a estos coleccionistas de rarezas y cuenta con una biblioteca en la que se muestran las cartas que se poseen, pudiendo disfrutarlas a modo de expositor. Por lo tanto, el juego se abre a los jugadores nuevos que desean introducirse en el universo de Magic sin dejar de lado a los más veteranos y experimentados. 

Los distintos modos de juego prometen horas de entretenimiento para jugadores experimentados y no experimentados

Con motivo de la ocasión, tuve el placer de probar durante un rato el juego. Admito que no soy un gran aficionado a Magic y que solo habré jugado un par de veces, por lo que pensé que tendría problemas al echar un vistazo rápido. Pero me equivoqué. Las mecánicas son sencillas, muy dinámicas e intuitivas. El tutorial explica a la perfección todo lo que los recién llegados deben saber y, tanto las descripciones de las cartas como los movimientos que se pueden ejecutar, vienen muy bien explicados in-game. Es casi como tener el mazo sobre la mesa. Finalmente, creo que es importante recalcar la relevancia a nivel mundial del formato físico del juego. Magic tiene un grandísimo alcance y una comunidad muy fiel. Es por eso mismo que, cada año, se celebran numerosos eventos que acogen la presencia de un gran número de jugadores, como es el caso de los Grand Prix, los cuales se celebran dos veces al año en nuestro país. Además, Magic cuenta con su propio circuito profesional. Magic Duels: Origins es el último ladrillo de un edificio que con cada año que pasa se vuelve más sólido y que, con el apoyo de su comunidad, promete hacer bastante ruido.