El pasado 23 de mayo se celebró en Viena el Festival de Eurovisión. Con motivo del 60º aniversario del certamen se invitó a Australia con la condición de que si ganaban el concurso volverían a participar el año que viene, aunque, evidentemente, el festival no se celebraría allí.
El festival comenzó con la actuación de Conchita Wurst, ganadora del certamen anterior, que interpretó "Building Bridges", himno del Festival de Eurovisión 2015. Además, el espectáculo también contó con la intervención de los niños cantores de Viena.
Las distintas actuaciones de los países fueron sucediéndose hasta que, en el puesto 21, la cantante española Edurne salió al escenario, acompañada del bailarín italiano Giuseppe di Bella, para interpretar su tema "Amanecer".
La intervención de Edurne en el festival fue, en mi opinión, una de las mejores de la noche. Se puede decir que es la primera vez que España presenta una escenografía trabajada en el certamen. En un principio, la cantante apareció con un vestido rojo hasta que, a mitad de la actuación, Giuseppe di Bella tiraba del vestido de tal manera que Edurne mostraba un traje dorado. Durante la actuación Edurne no pudo evitar que se le escapase una lágrima por la emoción que suponía estar en el festival.
La clasificación final otorgó a la cantante española el puesto número 21, un lugar que dejó con un sabor amargo, pues la actuación de Edurne fue, para muchos, merecedora de encontrarse entre los diez países más votados.
Finalmente, fue "Heroes", la canción de Suecia, interpretada por Måns Zelmerlöw, quien se alzó con la victoria. Sin ninguna duda, los efectos especiales con los que contaba el tema sueco fueron los mejores de la gala.
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