"Navegando por la red, una mañana me encontré..." y así ha sido. Hoy os presento el cortometraje sobre una madre que contrata a un gigolo para satisfacer su más profunda fantasía sexual, ¿te quedas a descubrirla? El film está dirigido por Yaara Sumeruk, y es bastante reivindicativo: Puedes verlo clicando el siguiente enlace: RINGO
Parece que esta divertida y extraña historia ha causado conmoción en la web... Y es que, puede que te haga sentir algo incómo. Esta mamá tiene unos gustos sexuales un tanto peculiares.
El acto sexual puede practicarse de tantas maneras como imaginación tengan sus protagonistas. No obstante, sí que existen ciertos tabúes que nunca se representan abiertamente; el sexo sado, es visto como "rarito", pero se admite su práctica como socialmente lícita. Un ejemplo claro, aunque no muy "extremista" (aunque, ¿quién determina los extremos?) es la conocida novela... esta, ¿cómo se llamaba? La de las sombras. Sí, esa.
Pero como decíamos, hay otras prácticas que causan "repudio", ya no por la cultura, sino por la naturaleza del ser humano. Si existe una regla universal que el 99% de la humanidad cumple, es la prohibición del incesto. Es la principal característica que nos diferencia del resto de especies.
Es por ello que, cuando esta madre se excita mientras imagina que da a luz a su hijo, o alcanza el clímax cuando llora sobre su regazo... Aunque no se explicite la relación sexual, hace que te preguntes ¿de qué **** va esto? Pues bien, la directora, Yaara Sumeruk no intenta hacer ver el incesto como algo normal, ¡tranquilo! Su intención va encaminada en la igualdad a la hora de expresar los deseos sexuales tanto de hombres como de mujeres.
Es muy común ver en muchas películas (ese tipo de películas tan predecibles, sí, comedias románticas, por ejemplo) a hombres ejerciendo el papel de dominante, o de dominado. Es muy normal que ellos puedan establecer en la cama el papel que más les acomode. Pero me temo que nosotras lo tenemos más dificil cuando de proponer "cosas nuevas" se trata. Las mujeres "han de mantenerse dentro de ciertos márgenes", pues si se sobrepasan al expresar sus deseos pueden ser tachadas de "raritas", "promiscuas"...
Al ver este corto, me pareció interesante mostrarle al mundo esta pequeña visión de esta gran directora, Yaara Sumeruk. Maneras de decir las cosas hay muchas, pero muy pocas hacen que la gente te preste atención; y creo que esta vez... misión cumplida Yaara.
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