15/4/15

La diferencia entre "aprender" y "aprobar"

Cuando entras a la universidad esperas aprender. Por que piensas que todo lo anterior ha sido superado por que "no quedaba más remedio" si querías llegar a donde estás hoy. Pasan los años, pasan los cursos y solo te dedicas a aprobar con mayor o menor nota las asignaturas comunes a cualquier persona de tu edad: matemáticas, lengua, historia, filosofía... Y de repente acabas bachillerato y estás en la carrera que te gusta.

Bien, hasta aquí todo perfecto, un cuento de hadas. Empieza una nueva etapa demasiado distinta a la anterior: diferente modo de estudiar, de examinarte, de evaluar... No necesariamente peor, sino diferente... Bien, luego están los profesores: conoces personas verdaderamente entregadas a su trabajo, que les gusta lo que hacen, que se involucran en su quehacer. Pero luego hay otros que no se sabe dónde comprarían el doctorado, o qué insensato dejó que llegaran a dar clase.

Son personas que van a dar su charla y a volverse a casa. ¿No es esta una profesión vocacional? ¿Duermen tranquilos los profesores que solo se dedican a poner documentales o leer diapositivas inútiles? Ya lo creo que sí. 

Mientras, quedamos los alumnos. Deseosos de aprender, de descubrir, y que solo nos topamos con falta de ganas, recortes o respuestas incoherentes. Sinceramente, si no fuera por las pocas personas que se preocupan por la profesión que están enseñando, no tendría sentido tantos y tantos años de preparación. Porque estudiando de memorieta una diapositiva que olvidarás mañana, no vas a aprender nada; puede que apruebes, pero no aprenderás. 

Sé que es el camino fácil para muchos, en lugar de prepararse una clase reflexiva o práctica con conocimientos útiles. Pero, por favor, señores profesores, tengan un poco de remordimiento al llegar a casa, y piensen sobre la clase "vacía" que acaban de dar. 

Se trata de aprender, y no de asistir como hormiguitas a una clase sin fundamento. Aunque sea solo por la vergüenza de precios que se están pagando por las matrículas (1000-2500€). ¿No les remueve la conciencia a aquellos profesores que están cobrando un sueldo a costa de matar el tiempo? La única línea de pensamiento que se me ocurre es que son personas claramente conformistas: tuvieron grandes metas en el pasado. Pero ya están donde quieren, ¿para qué seguir mejorando? Simplemente no se dan cuenta de la magnitud de su presencia; de lo que está en juego: las futuras profesiones de los jóvenes de hoy.

1 comentario:

  1. Genial critica , espero que alguno de esos profesores lo lea .

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