El pasado lunes TVE estrenaba Victor Ros, la nueva apuesta
de la cadena por la ficción detectivesca tras el éxito de Los misterios de
Laura. Basada en las novelas de Jerónimo Tristante, la serie recrea el Madrid
de finales del siglo XIX, época en la que un joven pilluelo que se dedica a
robar en las calles, un chirlero, será educado por un policía hasta convertirse
en su adultez en el mejor detective de todo Madrid.
En el primer episodio se nos relatan los orígenes del
personaje, y una vez adulto, un caso en el que Ros tendrá que investigar un
intento de asesinato acontecido en una casa supuestamente maldecida por los
espíritus. Además se introducen al resto de personajes, y se plantea una
subtrama de un asesino de prostitutas, muy similar a Jack el Destripador, que
parece que acompañará al personaje durante varios episodios.
La serie, que terminó por liderar la audiencia el pasado
lunes, aunque plagada de buenas intenciones, adolece de una serie de problemas
cuyo origen debe estar en el bajo presupuesto invertido.
Los títulos de crédito anticipan ya lo que vamos a ver. Las
figuras de los actores se desdibujan en papel antiguo al ritmo de la música, en
una clara imitación a los créditos del Sherlock Holmes de Guy Ritchie, algo que
parece estar de moda entre todas las series detectivestas de época, como
podemos ver en estos vídeos:
Créditos originales del film de Ritchie
Créditos de Victor Ros
Y es que
en Victor Ros, hay muchas cosas que recuerdan al film de Ritchie. Escenas de
acción rodadas en plano general y con bastante ritmo, un siglo XIX idealizado, y un detective que se mueve por la ciudad bastón al hombro con un vestuario y andares que recuerdan demasiado al Watson de Jude Law.
Dejando a un lado sus semejanzas con el film de Ritchie, es necesario centrarse también en otros temas como el de los actores. En general los primeras cabezas son buenos actores, Carles Francino es creíble en su papel de detective, Tito Valverde está impecable como siempre, Megan Montaner y Esmeralda Moya cumplen... Pero el problema está, como en la mayoría de las ficciones españolas, en los secundarios. Y es que casi todos son bastante flojos, sobreactúan, y esto resta credibilidad, por desgracia, al conjunto.
En cuanto al guión, reconozco que no he leído las novelas originales de Jerónimo Tristante, que según me han dicho están bastante bien, pero en la serie me parece que todo sucede de una forma muy rodada y casi casual. Da la sensación de que Ros no tiene que investigar nada, sino que todo le va viniendo de forma fácil y rápida, y el misterio en muchos casos no hace ningún acto de presencia, cosa que no debería ocurrir en un producto de estas características.
En cuanto a la estética, iluminación y ambientación, hay que decir que se nuestra un Madrid muy limpio. Demasiado. Dudo mucho que la capital a finales del siglo XIX luciera tan rematadamente limpia. No obstante, esta estética un poco naif, no deja de ser una elección aceptable, más que nada si tenemos en cuenta que lo que tenemos ante nosotros no es la recreación de un hecho real, sino algo que es eso, una ficción. Pero la ambientación con croma y CGI, es harina de otro costal. Según se anunciaba, la serie es la primera española en utilizar este tipo de técnicas, y eso se nota. Los Jardines de Sabatini recreados con un croma verde que se refleja en la ropa y caras de los actores, resultan bastante cutres, y la Puerta del Sol, con carros y personitas hechos por ordenador que se mueven de manera muy poco natural, también. Aún así, si uno entra bien en la trama este es un mal menor, y aceptable.
Pese a todos estos problemas, hay que agradecer a TVE el intento de hacer una ficción distinta, y que poco a poco intente nivelarse con la de otros países como la BBC británica. Además la serie entretiene, y por eso los espectadores la eligieron como lo que querían ver en mayoría la noche del lunes. Esperemos que los problemas de guión mejoren de episodio en episodio, y que la audiencia siga apoyando la ficción, como haré yo, para que TVE se dé cuenta por fin, de que esto es lo que le gusta al público.
Y recuerda que si quieres ver de nuevo, o si todavía no has visto, el primer episodio, puedes hacerlo en la web de TVE:
¡Magnífico análisis!
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