El pasado domingo, se organizó en
Estados Unidos la gran final del
campeonato de la National Football
League (NFL) de fútbol americano en el evento llamado 'Super Bowl'. Grandes estrellas como Beyoncé, Madonna y Bruno Mars actuaron años atrás.
Katy Perry subida a un tigre al comenzar su actuación |
En esta edición, millones
de personas estuvieron pendientes de la final y, muchas de ellas estaban interesadas en
el intermedio, ya que la artista Katy Perry se encargaba de
impresionar en esos 10 minutos de descanso. Era uno de los conciertos más esperados. Días antes, emitieron un
anuncio donde ella presentaba la Super Bowl:
Katy Perry había cumplido un sueño como dijo en su cuenta oficial de Twitter, que dedicaba a su niña interior.
Cuando comenzó la actuación, hizo rugir
al estadio entero a lomos de un gigantesco
y dorado tigre mecánico por todo el campo con Roar.
Pocos segundos después, dio paso a
una de las canciones más escuchadas de 2014, Dark Horse. Se creía que iba a estar ambientado en Egipto, como en
su videoclip, pero no. Era una especie
de ajedrez (que cobraba vida con efectos 3D) en el que las fichas bailaban
con la artista.
Acto seguido llegó la primera
sorpresa, que fue Lenny Kravitz que
cantó junto a ella I kissed a girl,
canción con la que se dio a conocer, con un ritmo más rockero.
Katy Perry cambió su vestido por uno
más colorido para interpretar Teenage
Dream y California Gurls, junto
con bailarinas en bikini, palmeras, pelotas y tiburones.
Volvió a cambiarse de ropa para recibir en el escenario a Missy Elliot con la que interpretó Get ur freak y Work it.
Llegaba el final del espectáculo y Katy se subió a una estrella fugaz con unos impactantes fuegos artificiales para sobrevolar el recinto mientras cantaba su magnífico single, Firework.
Una gran
actuación que la artista había preparado durante seis meses. Sorprendió gratamente a muchos y les dejó con ganas de más.
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