Tradicionalmente, la muerte ha sido algo natural a lo que el ser humano debía enfrentarse tarde o temprano. En los tiempos de antaño, morían muchos más niños y adultos jóvenes que ahora. Sin embargo, el fallecimiento de un hijo o un hermano era vivido como un suceso natural y, aunque doloroso para los seres queridos, aceptado por la sociedad.
Actualmente la percepción de la muerte ha cambiado. Los avances sanitarios quizá tengan parte de culpa en esto. Si bien hace unas décadas las personas morían jóvenes, en casa y rodeados de su familia, se les debía un luto, o se acudía con flores al cementerio periódicamente, ahora no es así (generalmente hablando). Hoy en día los hospitales luchan hasta el final por la vida del enfermo, y es muy común fallecer allí, sedado y sin apenas sentir dolor físico. Esto último, parece consolar a los seres queridos: la idea de que “el enfermo no ha sufrido”. Pero morir en un centro sanitario no es el deseo de que casi nadie. Es visto como un final triste para la vida de una persona. Además, otras muertes, las trágicas: accidentes de tráfico o suicidios, acentúan aún más el dolor de la familia.
Mi pregunta es: ¿por qué sufren los seres queridos? ¿Es por el egoísmo de no tener a esa persona al lado nunca más?, ¿por el sufrimiento del fallecido?, ¿por la incertidumbre de no saber dónde descansará su esencia (alma, energía, etc.)? O ¿por la certeza de “saber” que lo que nos espera después de la muerte es la nada, un castigo, o vagar perdidos en busca de la paz?
Cuando somos pequeños y nos abandona un abuelo o una madre, se nos suele decir que ha ido al cielo, y que esa persona nos cuida desde allí. Pero cuando vamos creciendo esa historia nos resulta incoherente o insuficiente. En otros países, intentan explicarlo de otra manera. La muerte es vivida como algo totalmente diferente: en México, es celebrada, se hace fiesta, se bromea y se toma como algo natural. Esta forma de vivir la muerte, valga la ironía, no es otra cosa que aliviar el dolor. Si bien la muerte es algo natural que tiene que llegar sí o sí, y por muy trágico que nos parezca tendremos que afrontar tarde o temprano, me parece una alternativa bastante razonable que nos eduquen de esta forma y afrontarlo de la mejor manera posible. No significa que no vayamos a llorar a nuestro ser querido, pero la forma de sobrellevarlo es más natural y no tiene que sumir a los seres queridos en un profundo dolor, que a veces es incurable.
Los niños mexicanos están muy familiarizados con este tema y por eso hay dibujos bastante graciosos con calaveras simbolizando la muerte como una fiesta nacional:
Aquí os dejo un cortometraje en el cual, en apenas 3 minutos explica de manera divertida cómo se vive el día de los muertos en México cada 2 de noviembre:
Y por último, esta conocida canción de Mecano, que siendo este grupo español, nos acerca una visión del fallecimiento poco común… “No es serio este cementerio”.
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